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ENTORNO MATRIMONIAL Y  FAMILIA 

LOS INMIGRANTES DE LA FAMILIA.

Amigos…estarán de acuerdo conmigo en que estas últimas semanas no ha habido un solo espacio en redes sociales, en la reunión de café, de amigos, de trabajo, en la sobremesa y hasta en la más ocasional conversación,  donde no se toque el tema de los inmigrantes y la fuga de su país de origen para sobrevivir a la guerra…que como lo canta Mercedes Sosa “es un monstruo grande y pisa fuerte”…y pesa tanto, como la indiferencia de la gente…

Quién de nosotros no se ha conmovido hasta las lágrimas ante las imágenes de ese  Éxodo, de ese peregrinar, de esa desesperación reflejada en rostro inocente de tantos niños y sus padres…pero todo ese mar de lágrimas poco efecto hace ante las grandes potencias, desgraciadamente…

Hoy, todo el mundo nos hemos volcado en pedir paz, concordia…misericordia, y qué bueno!, eso habla de lo que guardamos en el corazón, quizá si nos unimos todos  y gritamos muy fuerte, podamos conmover el alma al menos de todos aquellos que a nuestro alrededor viven en desolación, abandono y desesperaza.

Sin embargo, por mucho que nos indignemos,  es muy fácil ver la paja en el ojo ajeno, denunciando y condenando la conducta vergonzosa de otros países, de otras ideologías, de otros vecinos y de otras familias.

Pero, qué hay de aquellos  miembros de una familia que viven el infierno de violencia, indiferencia, maltrato de su pareja y de sus hijos hacia ellos o hacia sus hijos, o del abandono, donde todos son invisibles, y cada uno lucha por sobrevivir en un ambiente familiar que debe estar abastecido de todo lo necesario para satisfacer todas las necesidades materiales y espirituales!, pero que solo se preocupa por satisfacer las insaciables demandas materiales.

Un porcentaje muy alto de niños y jóvenes deprimidos también emigran de sus hogares a causa de la guerra despiadada y cruel que viven a diario y que solo mira por el interés propio. Ellos no se van,  y no se pierden en la calle, sino dentro de sus mismas casas!

 Y ante la vertiginosa manera en que  vivimos  la vida, los papás nos volvemos, mudos, ciegos y sordos porque preferimos que vayan buscando ayuda donde la  encuentren.

Con toda razón nos escandalizamos, nos indignamos y nos dolemos de lo que ocurre a larga distancia donde incluso no tenemos control directo y ni la más remota forma de ayudar !,… pero que en cambio, recordemos que si hay forma de cambiar  lo que si podemos resolver, contener y prever ! y eso, como padres,  como hermanos, como hijos, como amigos y humanos, nos hace más responsable aún ! 

Estamos muy inmersos en nosotros mismos, y quizá, generosamente, en lo que ocurre al nuestra familia, el vecino, al más cercano, al que le debemos favores, al que hay que corresponder un favor ... y que bueno si le ayudamos en lo más que podamos!, pero si esa ayuda solo es material, debemos recordar bien,   que  los momentos memorables en la vida de nuestros hijos, al igual que en la nuestra, al final,  nada tienen que ver con poder ni dinero, sino contar con  la divina presencia de un padre y una madre misericordiosos pero firmes, presentes y tenaces ¡, aún los que están separados, en esa lucha por preservar una sana relación por el bien de los hijos y salud mental de todos.

Que les parece si vamos revisando nuestras agendas, nuestras palabras, nuestros tiempos, nuestras acciones,  y vamos a darles un hogar seguro, dónde no  tengan deseo de huir a buscar refugio en otros lugares y mueran en el intento.

Hasta la próxima amigos! Bendiciones!!

 

        ADRIANA OLVERA MEDINA

DICIEMBRE   2015

Educadora y Orientadora Familiar

e-mail: adolmac1@hotmail.com

Twitter: @AdrianaOlvera24

Fb; Orientación y Educación Familiar 

 


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