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INFORMACIÓN TOMADA DE:
http://digilander.libero.it/monast/spa/index1.htm

 

LOS NOVISIMOS (6)

Extraído de: "La Imitación de Cristo"
Mantén firme la mirada en cada cosa hacia la meta; mantén firme la mirada en cómo comparecerás ante el Juez Supremo; el Juez que ve todo no se deja aplacar con regalos, no acepta excusas y juzga según justicia. (Is. 11,4)
¡Oh ignorante, y miserable pecador! ¿Qué responderás a Dios, que sabe todas tus maldades? Tú, que temes a veces el rostro de un hombre airado, ¿por qué no te previenes para el día del juicio cuando no habrá quien defienda ni ruegue por otro, sino que cada uno tendrá bastante que hacer por sí?
Aquel día entonces agradará toda tribulación sufrida con paciencia, y toda maldad no despegará los labios. (Sal 106, 42); el hombre santo estará en la gloria, mientras el dolor será para quien haya vivido sin fe.
Entonces se holgarán todos los devotos, y se entristecerán todos los disolutos.
Entonces resplandecerá el vestido despreciado, y parecerá vil el traje precioso.
Entonces será más alabada la pobre casilla que el palacio adornado. Entonces ayudará más la constante paciencia que todo el poder del mundo.
Entonces será más ensalzada la simple obediencia, que toda la sagacidad del siglo.
Entonces alegrará más la pura y buena conciencia que la docta filosofía.
Entonces se estimará más el desprecio de las riquezas, que todo el tesoro de los ricos de la tierra.
Entonces te consolarás más de haber orado con devoción, que de haber comido delicadamente.
Entonces te gozarás más de haber guardado el silencio, que de haber hablado mucho.
Entonces te aprovecharán más las obras santas, que las palabras floridas.
Entonces te agradará más la vida estrecha y la rigurosa penitencia, que todas las delicias terrenas.

Aprende ahora a padecer en lo poco, porque después seas libre de lo muy grave; primero prueba aquí lo que podrás después.
Si ahora no puedes padecer levemente, ¿cómo podrás después sufrir los tormentos eternos? Si ahora una pequeña penalidad te hace tan impaciente, ¿qué hará entonces el infierno?
De verdad no puedes tener dos gozos, deleitarte en este mundo, y después reinar en el cielo con Cristo.
Si hasta ahora hubiese vivido en honras y deleites, y te llegase la muerte en este instante, ¿qué te aprovecharía todo aquello?
Porque todo es vanidad, menos el amar y servir a Dios solo. Porque los que aman a Dios de todo corazón no temen la muerte, ni el tormento, ni el juicio, ni el infierno.
El amor perfecto tiene segura la comunicación con Dios, mas quien se deleita en pecar, no es maravilla que tema la muerte y el juicio. Bueno es que si el amor no nos desvía de lo malo, por lo menos el temor del infierno nos refrene; pero el que pospone el temor de Dios, no puede perseverar mucho tiempo en el bien, antes caerá muy presto en los lazos del demonio.
Citas sobre el Infierno
Cada pecador enciende en sí la flama de su propio fuego; no es sumergido en un fuego encendido por otros que existieron antes que él. La materia que alimenta este fuego son nuestros pecados. (Orígenes)
Para unos existe el infierno; para otros, no. Entre nosotros y el cielo o el infierno no hay más que la vida, que es la cosa más frágil de todas. (Blaise Pascal)
El infierno está lleno de buenas intenciones. (San Bernardo de Claraval)
La mayor parte de las almas que allí están son las que no creían que el infierno existe. (Faustina Kowalska)
La vida nos fue dada para buscar a Dios, la muerte para encontrarlo, la eternidad para poseerlo. (Nouet)
Nosotros, orgullosos de haber eliminado el infierno, lo difundimos ahora por todos lados. (Elías Canetti)
Dos cosas matan el alma: la presunción y la desesperación. Con la primera se espera demasiado, con la segunda demasiado poco. (San Agustín)
El hombre puede siempre decir a Dios: "Que no se haga tu voluntad"; y esta libertad es la que da origen al infierno. (Pavel Evdokimov)
¡Para salvarse es necesario creer; para condenarse, no! El infierno no es la prueba de que Dios no ama, sólo que existen hombres que no quieren amar a Dios, ni ser amados por Él. Nada más. (Giovanni Pastorino)
Que el hombre sea lacerado por el cielo y la tierra, paciencia; pero sabemos que al final el cielo quiere el jirón que ha sido arrancado por el infierno, y el infierno tiene hambre de aquello conquistado por el cielo. (Stanislaw Lec)
Una cosa me desconcierta intensamente y es que los sacerdotes no hablan más del infierno. Pasa decorosamente en silencio. Se sobreentiende que no todos irán al cielo sin algún esfuerzo, sin alguna convicción precisa. No dudan tampoco que el infierno está en la base del Cristianismo, que este peligro fue a arrancar la Segunda Persona a la Trinidad y que la mitad del Evangelio está llena de ello. Si yo fuera predicador y subiera a la cátedra, probaría en primer lugar la necesidad de advertir al rebaño dormido del espantoso peligro que está corriendo. (Paul Claudel)
Desde que el hombre ya no cree en el infierno ha transformado su vida en algo que se parece al infierno. ¡No puede prescindir de él! (Ennio Flaiano)
Se ha dicho con profunda intuición que, para los condenados el mismo paraíso sería un infierno en su incurable distorsión espiritual. Si pudieran, por absurdo, salir de su infierno, lo hallarían en el paraíso, habiendo considerado enemigas la ley y la gracia del amor. (Giovanni Casoli)
Un Dios solamente misericordioso sería para todos una bonita comodidad; un Dios solamente justo sería un terror; y Dios no es ni una comodidad ni un terror para nosotros. Es un Padre, como dice Jesús, que, cuando estamos vivos siempre está dispuesto a acoger al hijo pródigo que vuelve a casa, pero también es el dueño que al final del día da a todos el sueldo merecido. (Gennaro Auletta)

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