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(39) NOTA APARECIDA EN EL SEMANARIO EL OBSERVADOR DEL 03 DE MARZO DE 2013 Y EN EL SITIO:       http://www.elobservadorenlinea.com/

¡ SIEMPRE RENUNCIAS, BENEDICTO!
POR OEHD

LA VERDADERA CAUSA DE LA RENUNCIA DEL PAPA
Tengo 23 años y aún no entiendo muchas cosas. Y hay muchas cosas que no se pueden entender a las 8:00 am cuando te hablan para decirte escuetamente: «¡Danie!l, el papa dimitió». Yo, apresuradamente, contesté: «¿Dimitió?». La respuesta era más que obvia: «O sea, renunció. ¡Daniel, el Papa renunció!»
El Papa renunció. Así amanecerán sin fin de periódicos mañana, así amaneció el día para la mayoría, así de rápido perdieron la fe unos cuantos y otros muchos la reforzaron. Y que renunciara, es de esas cosas que no se entienden.
Yo.soy católico. Uno de tantos. De esos que durante su infancia fue llevado a misa, luego creció y le agarró apatía. En algún punto me llevé de la calle todas mis creencias y a la Iglesia de paso, pero la Iglesia no está para ser llevada ni por mí, ni por nadie (ni por el Papa). En algún punto de mi vida, le volví a agarrar cariño a mi parte espiritual (muy de la mano con lo que conlleva enamorarse de la chavita que va a misa, y dos extraordinarios guías llamados padres), y así de banal, y así de sencillo, recontinué un camino en el que hoy digo: Yo soy católico. Uno de muchos, sí, pero católico al fin. Pero así sea un doctor en teología, o un analfabeta de las escrituras (de esos que hay millones), lo que todo mundo sabe es que el Papa es el Papa. Odiado, amado, objeto de burlas y oraciones, el Papa es el Papa, y el Papa se muere siendo Papa.
Por eso hoy, cuando amanecí con la noticia, yo, al igual que millones de seres humanos .. nos preguntamos: ¿por qué? ¿Por qué renuncia, señor Ratzinger? ¿Le entró el miedo? ¿Se lo comió la edad? ¿Perdió la fe? ¿La ganó? Y hoy, después de 12 horas, creo que encontré la respuesta: El señor Ratzinger, ha renunciado toda su vida.
AS( DE SENCILLO
El Papa renunció a una vida normal. Renunció a tener una esposa. Renunció a tener hijos. Renunció a ganar un sueldo. Renunció a la mediocridad. Renunció a las horas de sueño, por las horas de estudio. Renunció a ser un cura más, pero también renunció a ser un cura especial. Renunció a llenar su cabeza de Mozart, para lIenarla de teología. Renunció a llorar en los brazos de sus padres. Renunció; teniendo 85 años, a estar jubilado, disfrutando a sus nietos en la comodidad de su hogar y el calor de una fogata. Renunció a disfrutar su país. Renunció a tomarse días libres. Renunció a su vanidad. Renunció a defenderse contra los que lo atacaban. Vaya, me queda claro, que el Papa fue un tipo apegado a la renuncia. Y hoy me lo vuelve a demostrar. Un Papa que renuncia a su pontificado cuando sabe que la Iglesia no está en sus manos, sino en la de
algo o alguien mayor, me parece un Papa sabio. Nadie es más grande que la Iglesia. Ni el Papa, ni sus sacerdotes, ni sus laicos, ni los casos de pederastia, ni los casos de misericordia. Nadie es más que ella. Pero ser Papa a estas alturas del mundo, es un acto de heroísmo (de esos que se hacen a diario en mi país y nadie nota). Recuerdo, sin duda, las historias del primer Papa. Un tal..Pedro. ¿Cómo murió? Sí, en una cruz, crucificado igual que a su Maestro, pero de cabeza. Hoy en día, Ratzinger se despide igual. Crucificado por los medios de comunicación, crucificado por la opinión pública y crucificado por sus mismos hermanos católicos. Crucificado a la sombra de alguien más carismático. Crucificado en la humildad, esa que duele tanto entender. Es un mártir contemporáneo, de esos a los que se les pueden inventar historias, a esos a los que se les puede
calumniar, a esos a los que se les puede acusar, y no responde. Y cuando responde, lo único que hace es pedir perdón'. «Pido perdón por mis defectos». Ni más, ni menos. Qué pantalones, qué clase de ser humano. Podría yo ser mormón, ateo, homosexual y abortista, pero ver a un tipo, del que se dicen tantas cosas, del que se burla tanta gente, y que responda así. .. ese tipo de personas ya no se ven en nuestro mundo.
Vivo en un mundo donde es chistoso burlarse del Papa, pero pecado mortal burlarse de un homosexual (y, además, ser tachado de paso como mocho, intolerante, fascista, derechista y nazi). Vivo en un mundo donde la hipocresía alimenta las almas de todos nosotros. Donde podemos juzgar a un tipo de 85 años que quiere lo mejor para la Institución que representa, pero le damos con todo porque «¿con qué derecho renuncia?». Claro, porque en el mundo NADIE renuncia a nada. A nadie le da flojera ir a la escuela. A nadie le da flojera ir a trabajar. Vivo en un mundo donde todos los señores de 85 años están activos y trabajando (sin ganar dinero) y ayudan a las masas. Sí, claro.
Pues ahora sé Señor Ratzinger, que vivo en un mundo que lo va a extrañar. En un mundo que no leyó sus libros, ni sus encíclicas, pero que en 50 años recordará cómo, con un simple gesto de humildad, un hombre fue Papa, y cuando vio que había algo mejor en el horizonte, decidió apartarse por amor a su Iglesia. Va a morir tranquilo, señor Ratzinger. Sin homenajes pomposos, sin un cuerpo exhibido en 'San Pedro, sin miles llorándole aguardando a que la luz de su cuarto sea apagada. Va a morir, como vivió aun siendo Papa: humilde.
Benedicto XVI, muchas gracias
por renunciar.

0EHD es un joven queretano de 23 años que subió este artículo a su blog que apenas tenía un año de haberse creado y con sólo 13 visitas. A raíz de este artículo el número de visitas ascendió a un millón y ha dado la vuelta al planeta. OEHD es el seudónimo que le gusta utilizar a Daniel.  Este artículo se ha compartido 23 mil veces en su página de facebook.  Felicidades Daniel por tu lucidez, valentía y convencimiento de tu fe.

EL RESALTADO "EN NEGRITAS" ES DE ESTE SITIO



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